Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).– La organización civil, El Poder del Consumidor presentó una demanda ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) contra la empresa Coca-Cola por reincidir en una “campaña engañosa” en su producto Sidral Mundet, y exigió una multa y el retiro inmediato de la publicidad.
En septiembre de 2014 se presentó otra demanda ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Sin embargo, sólo se retiró una frase de la campaña y el mensaje de que esta bebida es “saludable” y tiene “alto contenido de jugo de manzana” continuó.
“Cofepris no está revisando la publicidad que a todas luces es engañosa. […]. Si Profeco no tiene la capacidad de multar a esta empresa por publicidad engañosa, no se para qué están las instituciones encargadas”, declaró Alejando Calvillo, director del organismo civil.
En conferencia de prensa, Calvillo dijo que una botella de Sidral de 600 mililitros contiene 12 cucharadas de azúcar, que para un niño representa el 240 por ciento del máximo tolerable para todo un día, de acuerdo con lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La denuncia que la organización presentó, está basada en la Ley Federal de Protección al Consumidor, señala que la información del producto induce al error a los consumidores debido a la forma falsa, exagerada y tendenciosa en que se presenta la información.
Calvillo añadió que se solicitó a Profeco, que realizara un análisis de las verdaderas características y composición de la bebida, pero que la baja de la publicidad debe ser inmediata.
Grupos civiles en temas de salud denunciaron la semana pasada que existe un contubernio entre la Cofepris y las empresas que comercializan productos chatarra para beneficiar un etiquetado que representa un riesgo en la salud de los niños.
En la presentación de “¿Hoy qué comieron tus hijos?”, Calvillo mencionó que la campaña es un llamado al gobierno y a la SSa para denunciar el etiquetado usado actualmente en los productos azucarados, el cual “es un etiquetado diseñado por las empresas, que engaña y que representa un riesgo para la salud porque induce al consumo de grandes cantidades de azúcar”.
De acuerdo con documentos obtenidos por SinEmbargo, la Subsecretaría de Comercio Exterior –dependiente de la Secretaría de Economía–, a través de la Unidad de Negociaciones Internacionales, presentó argumentos contra el etiquetado establecido por Ecuador para los productos más dañinos, como refrescos y panecillos altamente procesados y endulzados. Esta defensa de las autoridades mexicanas no ha sido informada a los ciudadanos y, hasta donde se sabe, tampoco al Congreso de México.
La argumentación legal de México puede servir para que el etiquetado de Ecuador no se asuma en más países.
En 2014 entró en vigor el impuesto a bebidas azucaradas, un peso por litro, 10 por ciento al precio total. La recaudación, de acuerdo con cifras de El Poder del Consumidor, ascendió a 12 mil 400 millones de pesos al mes de octubre y en 18 mil 271 millones al cierre del año. Hasta el momento se desconoce el destino los impuestos recaudados.
La industria refresquera invierte 600 millones de dólares anuales en territorio mexicano y genera 135 mil 332 empleos directos. Actualmente, el país ocupa el primer lugar en obesidad y en consumo de refrescos, con 163 litros per cápita en promedio. Cada mexicano consume 163 litros de refresco al año. Los refrescos, que no causan saciedad, están relacionados con el aumento de peso en los adultos y es un factor de riesgo para la obesidad y diabetes.
